El cierre de gobierno en Estados Unidos ya alcanza su noveno día, afectando a miles de empleados federales en distintas agencias. Entre los más perjudicados se encuentran los controladores aéreos, quienes deben continuar trabajando pese a no recibir pago, ya que son considerados trabajadores esenciales.
El secretario del Departamento de Transporte, Sean Duffy, aseguró que buscan mantener la seguridad aérea al máximo nivel: “Queremos asegurarnos de que los controladores estén enfocados no en sus hipotecas, ni en su próximo cheque de pago, ni en la comida de la mesa, sino en mantener seguros a usted y a su familia”.
Debido a la reducción de personal, el Departamento de Transporte opera con menos de la mitad de su plantilla, lo que ha generado demoras y cancelaciones en vuelos a lo largo del país. Además, varios subsidios y programas federales podrían detenerse al final de la semana si el Congreso no llega a un acuerdo presupuestario. La situación ha creado incertidumbre entre miles de familias que dependen de estos ingresos para cubrir sus necesidades básicas.
El impacto del cierre no solo afecta al transporte, sino también a programas sociales esenciales. Uno de los más vulnerables es WIC, un programa que provee alimentos saludables a mujeres embarazadas, madres primerizas y niños pequeños.
Nell Menefee-Libey, gerente de políticas públicas de la Asociación Nacional WIC, advirtió: “Para los niños muy pequeños, cuya única fuente de nutrición puede ser la fórmula infantil, la pérdida de WIC sería absolutamente devastadora. Las familias no tienen otras opciones”.
Si el cierre continúa, WIC podría quedarse sin fondos en menos de dos semanas, dejando a siete millones de mujeres y niños en riesgo. Las organizaciones de ayuda han pedido al Congreso actuar con urgencia antes de que se interrumpan los servicios alimentarios.
Economistas también advierten que cada día adicional sin acuerdo incrementa el impacto negativo en la economía y la confianza pública.
Mientras los legisladores en Washington no logren llegar a un consenso, millones de familias permanecen en peligro, atrapadas en la incertidumbre de un gobierno paralizado.
