El crimen no espera a la noche

Cuando los padres envían a sus hijos a la universidad, varios de ellos suelen advertirles que la mayoría de los delitos ocurren después de que el sol se oculta; sin embargo, aunque algunos delincuentes encuentran sus mejores oportunidades en la oscuridad, la situación en las universidades podría ser diferente.

Como parte de los servicios del Departamento de Policía de la Universidad Internacional de Florida (FIU por sus siglas en inglés), un reporte de casos de delitos e incendios es presentado mensualmente en la página web de la universidad.

“El objetivo principal es mantener al público informado”, dijo el Capitán Delrish Moss, del Departamento de Policía de FIU. “Las universidades están obligadas a publicar esta información y todos son responsables de ella de alguna manera; sin embargo, hay un equipo que reúne esa información y la reporta al Gobierno Federal y al estado”.

En los últimos seis meses se reportaron un total de 180 casos que incluyen robo, asalto, extorsión y fraude, entre otros, y, si bien los delitos ocurrieron a diferentes horas tanto en el día como en la noche, el mayor número de casos fue registrado entre las 2 p.m. y las 4 p.m.

En 2018, la Oficina de Justicia Juvenil y Prevención de la Delincuencia publicó información que muestra que aún cuando el pico máximo registrado de delitos ocurre a las 9 p.m., para los jóvenes menores de 18 años el punto más alto está ubicado a las 3 p.m.

No obstante, el hecho de que un mayor número de delitos sea reportado durante la tarde no indica necesariamente que las horas de la noche son más seguras para los estudiantes.

“Los delitos también pueden ocurrir durante la noche”, aseguró el Capitán Moss.

“Sin embargo, los registros muestran mayor actividad por las tardes ya que cuando hay más gente en el campus es más común que ocurran cosas”.

A pesar de que las autoridades se comprometen a investigar y dar seguimiento a cada uno de los casos reportados, algunos de ellos aún permanecen abiertos. De los 30 casos que fueron registrados seis meses atrás en septiembre, 10 continúan pendientes.

“Algunos casos se resuelven fácilmente porque las personas involucradas se conocen entre ellos”, comentó el Capitán Moss. “Pero hay casos en donde no hay testigos, no hay pistas y no hay evidencia, lo cual lo hace mucho más complicado”.

Pese a que casi el 70% de los delitos que ocurren dentro de la universidad involucran a un estudiante ya sea como agresor o como víctima, cerca del 30% de los incidentes están ligados a profesores, personal de la universidad o personas ajenas a la institución. Sin embargo, el reporte únicamente menciona a los estudiantes.

“El propósito de informar si hubo un estudiante es para que otros servicios de la universidad puedan estar disponibles, por ejemplo, si se trató de un delito sexual o un delito que involucró el uso de drogas”, dijo el Capitán Moss.

Rebeca Ortiz graduated from the Monterrey Institute of Technology and Higher Education and is currently pursuing her master’s degree in Mass Communication. She aims to create content for a major network and become a mediator between creative producers and audience.