La bahía de Biscayne en peligro letal debido a derrames de aguas cloacales

Cientos de miles de galones de aguas residuales se derramaron en el condado Miami-Dade durante los últimos cinco años después de que contratistas rompieran por accidente tuberías principales de los alcantarillados debido a la corrosión y a la antigüedad del sistema.

El mayor derrame ocurrió el 11 de mayo del 2021 en el sureste de la ciudad cuando 308,983 galones de aguas fétidas terminaron en áreas públicas, y se recuperaron 44,000 galones, según un análisis de los datos ofrecido por el Departamento de Protección Medioambiental de Florida (DEP).  Los galones derramados representan casi la mitad de una piscina olímpica de 50 metros de largo, 25 metros de ancho y un mínimo de 2 metros de profundidad.

Otros derrames, como el que ocurrió en marzo de 2021 en Island Boulevard, en Aventura, fueron resultado de corrosión. En esta ocasión se vertieron 186,029 galones.

Los accidentes de este tipo no son inusuales en la intrincada red de tuberías del Departamento de Agua y Alcantarillado del condado. Los más comunes fueron las operaciones de perforación y excavación o trabajos subterráneos, según el análisis de los datos. Sin embargo, las consecuencias para el medio ambiente terminan siendo letales sin importar las causas. Estas fugas se filtran por aguas subterráneas hasta la bahía de Biscayne.

Por ejemplo, entre el 10 y el 15 agosto del 2020 murieron 27, 000 peces desde el norte de la bahía de Biscayne hasta Virginia Key, explica un reporte de Miami Waterkeeper, organización sin afán de lucro que los contabilizó e identificó la causa: falta de oxígeno debido a la alta contaminación del agua en la bahía. Este tipo de muertes parecen haberse convertido en la norma de las temporadas de calor, y volvieron a ocurrir en el 2021 y en el 2022. Los vecinos se han quejado de olores putrefactos y aguas visiblemente dañadas.

El problema desde una de sus raíces

Uno de los contratistas privados que en el 2021 se vio en una situación similar fue Ronald Cerra. Su empresa, MTZ Solutions, trabajaba en Hialeah cerca de unos almacenes para flores poniendo cables de internet cuando un mal cálculo terminó con la rotura de una tubería.

Según cuenta, el agua casi le llegaba a los tobillos. 

“No era agua albañal, creo que esa fue la suerte. La tubería que rompimos llevaba agua limpia a los regaderos de los warehouses para mantener las flores frescas”, dice mientras recuerda que, como era un viernes feriado, no pudo parar el salidero hasta horas después cuando un guardia de seguridad de uno de los negocios le dijo dónde estaba la llave de paso.

“Fue un susto grande. Ni siquiera sabíamos a quién llamar, así que contactamos con el seguro y ellos se encargaron de negociar con la compañía afectada. Creo que nuestro seguro pagó un millón de dólares y no llegamos a la corte”, relató.

En 2013, el condado firmó un decreto de consentimiento en donde se comprometía a realizar mejoras en el sistema de recolección y tratamiento de aguas residuales durante 15 años y con un valor de 1,600 millones de dólares para tratar de reducir los riesgos de que las tuberías se rompieran con tanta facilidad.

Sin embargo, este trabajo no se realiza de manera preventiva, sino reactiva.

“Nadie reemplaza todo su sistema de recolección a la vez. A medida que envejece tienen un programa rotativo de sustitución o rehabilitación de secciones porque en el condado hay miles de kilómetros de sistema de recolección. No se puede sacar todo el sistema y volverlo a poner porque las tuberías son costosas”, explica Lisa Self, consultora medioambiental del DEP.

El mantenimiento y la supervisión de la infraestructura de aguas residuales de una ciudad o municipio se lleva a cabo por las instalaciones donde se tratan las aguas, por lo que en cada zona hay una jurisdicción en donde las decisiones se toman, dice John Moore, encargado de Comunicaciones y Asuntos Exteriores del DEP:

“De igual manera ocurre con la sustitución de las tuberías: queda a discreción de las autoridades del lugar y depende de qué tan grande fue la avería”.

Los daños en cifras

Luego de filtrar los informes sobre las rupturas de los seis derrames más grandes registrados en el condado Miami-Dade en el último quinquenio, los datos revelaron que de todos los galones derramados, 80, 000 pudieron ser recuperados. El documento no especifica a qué zona exacta fueron a parar las aguas contaminadas, pero sí ofrece el número de derrames por año (45 en el 2021) y las coordenadas de los derrames, como éste en Virginia Key Park. 

Cuando hay una avería en las tuberías que termina con un derrame, el DEP tiene que seguir tres pasos: lo primero es identificar el tipo de vertido y detenerlo lo antes posible; después conocer la circunstancia del incidente para analizar si hubo alguna infracción y por último identificar soluciones para futuros derrames.

En cuanto a la recuperación de estos galones de agua, Moore aclaró que se usan diferentes técnicas en función de la naturaleza del incidente y que esto está bajo supervisión de la instalación en donde haya ocurrido, no su departamento.

“Normalmente, si un vertido está contenido y no llega a las aguas superficiales, los camiones aspiradores son una herramienta común utilizada por las autoridades locales. Después se hace un tratamiento de las zonas afectadas con cal, y se limpia. Una vez que un vertido alcanza las aguas superficiales, la recuperación de las aguas residuales se hace bastante difícil y las opciones de contención adicionales se vuelven limitadas”, concluyó.

Geysell Cisneros graduated with a Journalism degree from the University of Havana in 2013 and shortly emigrated to the United States where she aspires to obtain her master's degree. She is interested in working with the Hispanic community and is committed to digital journalism.

Graduated from Florida Atlantic University with a degree in Business Administration, I am currently pursuing a master’s degree in Mass Communication and Journalism/Spanish-Language Multimedia Journalism. My goal is to be an inspiration to other people and motivate them to tell their stories and experiences while communicating content in favor of eradicating the injustices that minority groups face in the United States.