Miami: un laboratorio de idiomas en la vida real

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Mi fascinación por los idiomas extranjeros, específicamente el español, y por América Latina, comenzó cuando era niño en la escuela primaria en River Ridge, Louisiana, un suburbio de mi ciudad natal, New Orleans.

Recuerdo ver en la televisión películas antiguas de la Segunda Guerra Mundial, en las que
siempre había un soldado estadounidense que podía hablar alemán o francés.
Supe desde muy joven que este soldado tenía una ventaja sobre los otros soldados
estadounidenses, que solo hablaban inglés. Pensé que sería genial tener esa habilidad cuando creciera.

Esperaba con ansias el día en que pudiera caminar por las calles y comprar en las tiendas de otro país fuera de los Estados Unidos y conversar con la gente en español. Cuando estaba en octavo grado, las monjas de mi escuela primaria católica eran de España y nos enseñaron español muy básico. ¡Me enganché!

En los años setenta, en la escuela secundaria y en la University of New Orleans (UNO) seguí
tomando clases de español y aprendí algo de gramática, tiempos verbales, y vocabulario, pero no puedo decir que hablara con fluidez.

Además, pensé que lo olvidaría todo tan pronto como me graduara de la UNO. Sin embargo,
esas clases encendieron una chispa en mí para abrir mi mente a idiomas y culturas distintas a la mía.

Cuando me mudé a Miami en 1990 pensé que esta sería una oportunidad para resucitar mi
español limitado. Para mi sorpresa, cuando comencé a tomar clases de español en Miami-Dade College (desde el principio otra vez), ¡me sorprendió que recordaba más de lo que pensaba!

Además, sabía que Miami tenía un alto porcentaje población latina y yo podía usar el español en mi vida diaria.

Recuerdo la primera vez que me atreví a hablar español en Miami con un extraño fuera del salón de clases. Fui a una tintorería y, junto con los pantalones que necesitaban limpieza, tenía una corbata que tenía una costura que se estaba deshaciendo. Le pregunté a la señora detrás del mostrador “¿Puede coser esta corbata?”. La señora sabía que yo era gringo y sabía lo que estaba haciendo: practicando con ella mi español rudimentario. Esperó pacientemente con una gran y amistosa sonrisa mientras yo luchaba por pronunciar las palabras. Ella me respondio, “¡Por supuesto, señor!” A partir de mi conversación con esa amable señora, nunca he tenido miedo de hablar español en Miami, Costa Rica, México, Colombia, México o España.

En la década de 1780, se empezó a utilizar el término “crisol” como metáfora para describir a los Estados Unidos. Significaba que todas las muchas culturas de inmigrantes (con sus propios idiomas) se “fundirían” en una sola, es decir, el inglés. Esto implicaba que dejarían de utilizarse los diversos idiomas de los inmigrantes recién llegados.

Se pensó que esta mezcla fortalecería la democracia y uniría las diversas culturas. No siempre ha funcionado de esta manera.

Una visión más realista es que Estados Unidos es una “ensalada”, donde todos somos
estadounidenses pero no tenemos que renunciar a nuestras identidades individuales. Al igual que una ensalada, nuestras diferencias agregan sabor y nos unen más, en lugar de dividirnos.

Si eres un estudiante de FIU y quieres unirte conmigo para abrir puertas, fortalecer la
democracia, y ayudar a que las diversas culturas (incluídas las latinas) de Estados Unidos se
entiendan más, no menos, practica tu español en “La Hora de Café” del Departamento de
Idiomas Modernos de FIU, organizado por el asistente graduado Nick Kukuk. https://dll.fiu.edu/

Si no eres estudiante de FIU, entonces practica español en el laboratorio de idiomas de Miami, incluyendo la tintorería.

Gracias al multilingüismo de Miami y FIU, ahora puedo caminar por las calles de San José,
Costa Rica o Madrid, España, y pedir direcciones a alguien (en español), ¡incluso si ya sé la
respuesta!

Ed Kennedy tiene una licenciatura en economía de la Universidad de Nueva Orleans. Obtuvo una MBA de FIU en 2008 y una Maestría en Estudios de América Latina y el Caribe de FIU en 2019. En 2018, Kennedy se retiró de una carrera en seguro comercial y ahora trabaja para Miami-Dade College como tutor de escritura en inglés. También está estudiando para una maestría en Periodismo en Lengua Española en FIU.