A pocos días de Halloween, Puppy Mansion, una nueva tienda en West Kendall que vende, cuida, entrena y hacen ‘grooming’ de cachorros, organizó la celebración festiva de Howl-o-Ween. Perros de todas las razas y tamaños caminaron por el lugar del evento vestidos como superhéroes, princesas y criaturas espeluznantes, provocando sonrisas a todos los asistentes.
El evento ofreció muchas oportunidades para divertirse, con diferentes puestos de comida, juegos y la mansión embrujada de cachorros para que los participantes capturaran momentos memorables con sus amigos peludos. Los participantes disfrutaron de la oportunidad de relajarse, socializar y mostrar los disfraces creativos de sus mascotas.
“Es simplemente algo diferente que traemos a la comunidad y es algo que queríamos hacer con el corazón y con nuestra pasión de divertirnos y ver a los niños y a las familias reunirse”, dice Robert Reinhardt, cofundador de Puppy Mansion.
Howl-o-Ween no se trataba solo de divertirse, se trataba de construir conexiones. Familias y amigos se reunieron para celebrar el amor por las mascotas y fortalecer su sentido de comunidad. Mientras las colas se movían y los niños gritaban y reían, todos se fueron con recuerdos que perdurarán mucho más allá de la noche de Halloween.