Pequeños negocios quiebran tras remodelación de la calle Flagler

Más de dos años de reparaciones en la calle Flagler quebraron a un sin número de pequeños negocios instalados en la zona, según la Ciudad de Miami, entidad que no especifica el número de negocios afectados.

El Departamento de Transporte de la Florida (FDOT) y sus contratistas comenzaron el trabajo en 2016, asegurando que terminarían a finales de 2017. Las obras culminaron en marzo de 2019 con más de un año de retraso.

Josefina Díaz, dueña de Josefina Beauty Salon, comentó a SFMN que durante este tiempo a su negocio le fue muy mal. “Las personas no podían ni cruzar las calles, había lomas de tierra en todas partes. No se producía dinero para pagar la renta. Si no hay ventas no hay dinero, si no hay dinero no se puede pagar la renta” afirmó.

En esta zona había problemas de inundación, por eso se instaló una tubería nueva de agua potable. Además, se instaló un carril exclusivo para bicicletas, se crearon aceras más amplias y se instalaron cruces peatonales de luces intermitentes, afirmó Sergis Duharte, especialista de alcance comunitario del FDOT.

Aunque el resultado de estas obras parece, por una parte, embellecer y modernizar una calle Flagler, por otro lado los dueños y trabajadores de pequeños negocios siguen enfrentando las secuelas de los dos años y medio que demoró la construcción.

Varios emprendedores tuvieron pérdidas significativas, y por esta razón la ciudad de Miami demandó al FDOT en 2018, para que la agencia agilizara lo que parecía un proyecto interminable.

Hasta el momento de la entrevista, René Pedrosa, Jefe de Comunicación de la Ciudad de Miami aseguró que “El Departamento de Transporte de la Florida no había dado respuesta a la demanda”. Según Pedrosa, el alcalde Francis Suárez apoyó esta acción porque los pequeños negocios son la columna vertebral de cualquier economía.

Sin embargo, la ciudad desconoce la cifra exacta de negocios que quebraron por las demoras en la construcción. En la demanda presentada la ciudad dice que “por las acciones del FDOT sufrió daños y la interrupción de las operaciones en un número desconocido de negocios”.

En un recorrido por la calle Flagler SFMN encontró un mínimo de dos decenas de establecimientos con los letreros de “se renta” o “se vende”.

Así terminó la historia de muchos negocios del área, entre ellos, la cafetería Pachanga, cuyo dueño, Elías Santiago, afirmó “Estoy casi en depresión, invertí lo poco que tenía. Con un año y medio de construcción ya yo estaba colapsado”. Santiago agregó que La Pachanga era un negocio que vendía cerca de 500 dólares diarios y durante el periodo de la construcción solo vendía 10 dólares diarios o nada. “Tengo una renta y tengo que terminar el contrato con ella, por eso ahora rento el local a ver si le saco algo, a ver si por lo menos subsisto”, dijo Santiago.

Sobre la demora de más de un año, Sergis Duharte, especialista de alcance comunitario del FDOT aseguró a SFMN que hubo problemas con las instalaciones subterráneas y algunas condiciones que no fueron previstas. Sobre la posibilidad de indemnizar a los propietarios afectados comentó “desafortunadamente no existe en este momento ningún programa para compensar a los negociantes que sufrieron pérdidas”.

Sin embargo, en el Congreso de Tallahassee se debatió un proyecto que pudo aliviar a muchos de los negocios damnificados: el SB 112, presentado por el senador estatal José Javier Rodríguez. El año pasado este proyecto también se llevó a la legislatura y no fue aprobado. Este año fue eliminado de consideración en la Cámara del Senado el 3 de mayo de 2019.

Según Melissa López, asistente legislativa del senador Rodríguez en el distrito 37, el proyecto plantea que el Estado debería crear un programa de becas o grants para ayudar a los negocios mientras se realiza obra pública en sus alrededores. “Con la construcción hay muchas cosas que afectan su normal funcionamiento. Igualmente debe haber un plan para que esta termine en el menor tiempo posible”, comentó.

Pero los emprendedores se mantienen escépticos ante la posibilidad de un plan para resarcir los daños. “Te puedo decir que incumplieron con nosotros en todos los sentidos. La politiquería es muy nefasta”, comentó a SFMN Elías Santiago, dueño de la cafetería La Pachanga.

El proyecto de ley contempla que la subvención a cada negocio afectado no podrá exceder la cifra de las pérdidas demostradas, ni más de $15 mil  por año; sólo se podrá solicitar subvención cuando un proyecto de construcción de 90 días o más, afecte el funcionamiento del negocio; los calificados para aplicar serían empresas comerciales con fines de lucro, con empleados desde 40 hasta 48 a tiempo completo o parcial.

Por lo tanto, no estaría contemplados negocios como la Pachanga o Josefina Beauty Salon. Quedarían fuera de la forma de compensación muchos propietarios que tenían negocios pequeños y quebraron por la demora en las obras de Flagler. Para ellos, se apruebe o no el proyecto de ley, el futuro sigue siendo incierto.

Graduada de Periodismo por la Universidad de Oriente en Santiago de Cuba en el año 2015.
Trabajó durante los 5 años de la carrera como estudiante activa en la radio y la televisión local de la provincia Santiago. Realizó varias investigaciones durante la academia, entre las que destaca su estudio sobre los medios cubanos en la era de la Web 2.0.
Trabajó como periodista de la Dirección Provincial de Cultura en Santiago, el canal de televisión Tele Turquino y Radio Mambí. En Estados Unidos estudia actualmente la maestría de Periodismo que ofrece Florida Internacional University.