“Me tomó muchísimo tiempo. Es cuatro veces más difícil para alguien como yo lograrlo, que lo que lo es para una persona blanca llegar a mi posición. Pero me quería asegurar que no fuera la única. Que esa puerta que se abrió para mí, se mantenga abierta para más latinos y minorías que quieran lo mismo que yo”.
Así habló la periodista colombiana Ilia Calderón durante el webinar organizado por El Instituto del Caucus Hispano del Congreso.
En “Our Voice, Nuestro Poder 2020”, se debatió sobre la identidad y el racismo que aún pesa sobre la comunidad afrolatina en Estados Unidos y América Latina. También, en el evento que celebra el Mes Nacional de la Herencia Hispana, se habló de liderazgo, la educación, el bienestar, la salud mental, y el activismo social.
Para Ilia, es esencial tener estas conversaciones de racismo en todos los ámbitos, en las empresas, en nuestros hogares, y con nuestros hijos.
La presentadora de Univisión cree firmemente en el poder de la diversidad, y menciona que esta fue la razón principal por la cual escribió su libro “Es mi turno. Un viaje en busca de mi voz y mis raíces”.
“¿Qué diferencia hace tener esta diversidad en las salas de redacción? Nadie puede contar una historia como la puedo contar yo. Nadie puede entender la discriminación como la he entendido yo. Así que cuando hacen una historia de exclusión, mi voz cuenta”.
Ilia explicó cómo, en su nativa Colombia, la historia relacionada a los africanos fue borrada. También menciona cómo en las escuelas no enseñan sobre la revolución de negros, y la carencia de representación de los afrolatinos en los medios.
“Sólo ves la imagen de la familia blanca, con trabajadores o criados negros. Esto lo que hace es crear una micro-agresión.”
El evento también contó con la participación de Adriano Espaillat, representante del distrito 13 del Congreso de Nueva York; Kathryn Unger, vicepresidenta de relaciones gubernamentales de norteamérica de Cargill; y Cid Wilson, presidente y CEO de la Asociación Hispana de Responsabilidad Corporativa.
Los ponentes hablaron de la carencia de diversidad en la América Corporativa, y el racismo que existe hacia los afrolatinos dentro de la misma comunidad hispana.
Según Kathryn Unger, en América Latina no hay leyes que penalicen el racismo. También puso como ejemplo a Colombia, donde no existen leyes que castiguen la discriminación.
“Entonces, si la sociedad en la que vives no reconoce la discriminación, entonces no hay leyes que cambiar y no hay nada que combatir. ¿Cómo lo encuentras? Esto nos dice que el trato a los latinos de ascendencia africana es un legado del trato histórico a los latinos en América Latina”.
Kathryn también habló sobre parte de su lucha. “Debido a mi acento y a mi apariencia, la mayoría de la gente asume de inmediato que no soy de ascendencia negra”.
Cuenta que su experiencia profesional le ha dado una perspectiva distinta pues, según ella, las personas no están conscientes sobre cómo es el trato a los afroamericanos, pero en especial, cómo es el trato a los afrolatinos.
El Representante Espaillat habló de la equivocada relación entre lo que es raza y etnia en la comunidad Hispana.
“Hay una representación errónea, que raza es lo mismo que etnia, y no lo es. Están separados. Podrías ser brasileño y de ascendencia africana. Podrías ser puertorriqueño, de ascendencia africana. Podrías ser dominicano, cubano, mexicano, de ascendencia africana. Entonces, la raza y la etnia son asuntos que van por separado”.
Con respecto al tema de etnia y raza, Cid también se sintió identificado, comentando que frecuentemente recibe la pregunta de que si se siente ¿más latino o más negro?
“Mi padre es jamaiquino, y mi madre es mexicana. Soy directamente de ambas comunidades pero eso no impide que los latinos me digan que técnicamente soy solo mitad latino e igualmente los afroamericanos.”
Cid explicó lo que él experimenta en su vida como afrolatino y que nombra el “Efecto Invitado.”
“El efecto invitado es cuando eres bienvenido, te abrazan, te invitan a cenar, pero no puedes ser miembro. A veces somos familia, estarán siempre para ti, pero no te puedes casar con su hija. Puedes compartir con nosotros, pero no puedes ser un miembro, pero siempre estas invitado y eres bienvenido.” Explica que en ese momento se da cuenta de sus limitaciones dentro de su propia comunidad hispana.
“Y con respecto a la micro-agresión que mencioné, no es solo el hecho de ser invitados, y no parte de la familia, sino también los comentarios. ‘El pelo malo’, ‘El color oscurito, etc.’” mencionó Ilia.
“Siento que cuando la gente dice que los niños son “crueles” porque discriminan, simplemente están repitiendo lo que ven en sus hogares, por lo tanto, repiten lo que dicen sus padres”.
Por último, y desde la perspectiva del mundo corporativo, Kathryn explica cómo observa tanta ausencia de afrolatinos en puestos de trabajo empresariales, inclusive en Brasil, donde aproximadamente la mitad de su población es de ascendencia africana.
“Siempre me llamó la atención la total ausencia de empleados negros. Pienso en el hecho de que esto no es por accidente, que tantos latinos y afrodescendientes se encuentran entre los más pobres de América Latina. Desde una perspectiva corporativa, creo que tenemos que hablar de esto, la identidad de la negritud incluso en América Latina. Y una de las cosas que pido es que los profesionales de recursos humanos se eduquen sobre este tema y lo enfrenten.”
Todos los panelistas cerraron el webinar con un acuerdo: hay que traer el tema de inclusión de la comunidad afrolatina a la mesa, aceptar que es un problema, y pelear cada día por la diversidad y triunfos de esta comunidad, que constituye el 24% de todos los hispanos, según cifras del Pew Research Center.