Troubled Water: Una historia de negligencia

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“Me encanta vivir aquí, es tranquilo, no tengo queja”, dice Elena Barrios, quien lleva casi tres décadas viviendo en la isla de Park View, al norte de Miami Beach.

Entre el ir y venir de este barrio trabajador solo unos pocos se dan cuenta que los canales que le rodean son veneno puro, con una contaminación tan alta que la única rampa de acceso al público y a la Bahía de Biscayne, lleva cerrada desde hace más de dos años.

Los funcionarios de la ciudad están tratando de identificar el problema. “Hemos tenido reuniones del personal de la ciudad con los gerentes y asistentes y lo están intentando, sólo que no es su máxima prioridad”, dijo Tanya Bhatt, residente de Island Park.

SFMN consiguió los primeros resultados de DNA de las pruebas de agua realizadas por Surfrider este julio, cuando los niveles de bacteria alcanzaron los niveles de las “playas”, o lugares de recreación acuáticos, más contaminadas de todo EE. UU.

SFMN también envió siete solicitudes de entrevista en los últimos dos meses a los funcionarios de la ciudad, sin recibir respuesta antes de la publicación del reportaje.

Uno de los hallazgos de los análisis del DNA es que los enterococcus, las bacterias contaminantes, proceden en su mayoría de residuos fecales humanos; lo que indica un problema en el manejo de aguas residuales.

La investigación se puedo realizar gracias a los esfuerzos de media docena de residentes que decidieron unir esfuerzos y confrontar lo que consideran lentitud y negligencia por parte de la ciudad de Miami Beach y del Departamento del Medioambiente de la Florida, ante la contaminación sin tregua de las aguas del canal de la Isla de Park View.

Un vecino anónimo de la isla contribuyó económicamente a la revisión semanal del agua, lo que llevó a Blue Task Force, un laboratorio de la fundación Surfrider, a estudiar la calidad del agua del canal, explica Bhatt. Desde el 2020, realizan  pruebas semanales, todos los jueves.

Hace año y medio, Omar Jiménez, residente de la isla de Park View, creó la Asociación Sostenible de Park View: “es un deseo compartido por la comunidad. Nuestra esperanza es que la ciudad controle este asunto y nos devuelva nuestra disminuida calidad de vida”.

La Asociación Sostenible de Park View está realizando su limpieza anual del canal. (Zitlali Solache/SFMN)

“Queremos utilizar estas aguas con fines recreativos y disfrutar de las viviendas por las que pagamos elevados impuestos sobre la propiedad”, dice Jiménez, quién recuerda ver a los animales y disfrutar de la claridad del las aguas de los canales que la rodean cuando llegó en el 2018.

Otra iniciativa de la asociación ha sido una limpieza anual de los canales en la que ya ha recogido más de 400 libras de basura: “tenemos que unirnos para resolver la crisis de este paraíso”, añade Jiménez.

Sigue siendo el sucio secreto de la Ciudad de Miami Beach

Tras cerrar el acceso a la rampa de kayaks hace más de dos años, la ciudad ordenó hacer las pruebas de calidad del agua a un contratista local, y después aseguró que la contaminación procedía de los residuos de las mascotas.  

La solución fue lanzar un programa para educar al público sobre las responsabilidades de recoger las heces de sus mascotas.

“Nosotros dijimos que eso era una tontería”, dice Bhatt, pues considera que los residentes de la isla siempre habían hecho un buen trabajo de limpieza después de sus mascotas.

Después de esos resultados, la ciudad añadió estaciones de desechos de perros a lo largo de las banquetas y el pasto.

Calidad del agua cerca del lanzamiento de kayak en julio de 2022 (Zitlali Solache/SFMN)

Las pruebas de ADN, realizadas por Blue Water Task Force, muestran que, aunque existe contaminación animal, la mayoría de las bacterias proceden de las heces humanas.

SFMN preguntó a Stripling si creía que había relación entre posibles fugas de aguas residuales y los altos niveles de bacterias: “Absolutamente. Por supuesto. Esa es probablemente la fuente que está filtrando en esa zona general”.

Según revelan las pruebas, la contaminación en los canales de la isla continúa alcanzando niveles estratosféricos periódicamente.

Por ejemplo, el 7 de julio se registraron 24,000 unidades de colonias de enterococcus (UCE) por 100 mililitros de agua.

Esto supera más de 300 veces las alertas del Departamento de Salud de Florida, quién recomienda cerrar las playas o los accesos al agua cuando los niveles superan los 70 UCE por 100 ml.

“Estamos obteniendo niveles muy altos de contaminación”, dijo Scott Stripling.

El enterococcus es una bacteria que se encuentra en el revestimiento intestinal de animales y humanos.

Aunque las últimas pruebas de DNA apuntan mayoritariamente a los deshechos humanos y, por ende, a un derrame o escape de aguas residuales sin identificar, existen otros factores que pueden afectar a la calidad de las aguas de la isla de Park View, aseguran los científicos.

Días antes de la lectura de más de 24,000 UEC por 100 ml. del 7 de julio, había llovido torrencialmente en la ciudad de Miami Beach.  Los eventos climáticos extremos pueden contribuir a los altos niveles de bacterias reportados, especialmente en las áreas costeras de movimiento lento, como la vista del parque, asegura Stripling.

La zona del canal donde se lanzan los kayaks está muy aislada de las vías navegables y abiertas al mar y esto no permite que pasen las corrientes fácilmente. Esto significa que lo sucio que llega allí, se queda atrapado por más tiempo.

Cuando llueve mucho, las inundaciones a menudo desbordan los sistemas de alcantarillado y de aguas pluviales, asegura el Dr. Assefa Melesse, profesor de Ingeniería de Recursos Hídricos Terrestres y Ambientales de FIU.

Además, si las inundaciones son repentinas, aumenta el transporte de residuos a los canales, como las aguas residuales sin tratar.

“La relación con el clima puede verse si la frecuencia y la intensidad de las lluvias están relacionadas con el cambio climático y eso repercute indirectamente en la calidad del agua a través de las inundaciones”.

Otro factor a tener en cuenta en la contaminación es la descomposición de las bacterias fecales humanas que se filtran por las tuberías de aguas residuales. 

Cuando pasan mucho tiempo en el canal, los componentes identificables cambian y siguen multiplicándose si encuentran un medioambiente favorable.

Stripling dice que ahora es clave identificar por dónde se filtran las bacterias, y como limpiar las que ya son endémicas.

“La bacteria enterococcus puede sobrevivir en el medio ambiente, si las condiciones del agua son lo suficientemente cálidas y correctas. Biólogos marinos en Miami dicen que pueden vivir allí si también hay materia orgánica, como en Park View”, asegura.

¿Cómo se hacen las pruebas?

Las pruebas de agua, que se hacen cada jueves, comienzan con la recolección de una muestra de agua en la rampa del acceso público a kayaks de Island Park.

Después, para analizar el agua, las muestras se distribuyen en un “quanti-tray” (foto de abajo), se sellan y se colocan en una incubadora. Solo queda esperar 24 horas para obtener los resultados de las bacterias.

Muestras de análisis con la luz azul.
Claras= Bajas contaminación (izquierda), Azul=Alta contaminación (derecha)

Stripling explica que se puede verificar la contaminación al aplicar la luz azul sobre los resultados del análisis. Cuando las muestras aparecen claras (parte izquierda de la foto), la muestra no tiene bacterias o están por debajo del nivel de riesgo. Los niveles altos de bacterias aparecen en azul, como las muestras de la parte superior derecha.

El problema es más grande que el derrame que ocurrió hace dos años

Después de 2 años, 4 meses y 28 días sin identificar la fuente de contaminación de los canales, las fluctuaciones de contaminación no son una sorpresa, sino la norma. 

“Somos la única área en la ciudad que está constantemente en la zona roja”, dice Bhatt.

La ciudad de Miami Beach asegura haber invertido más de 70.000 dólares en esfuerzos como soplar humo a través de las tuberías para encontrar fugas, vigilancia de vídeo, muestreo de la calidad del agua, la contratación de un grupo para llevar a cabo una investigación y la limpieza del sistema de alcantarillado.

“No es que la ciudad no haya hecho nada… Simplemente no ha sido su máxima prioridad”, insiste Bhatt.

De hecho, los niveles de bacterias medidos en este lugar superaron las normas de salud un 83% de las veces que se analizaron el año pasado.

Esto hizo que, en un informe publicado recientemente por Surfrider, la zona de recreo acuático de acceso público a la bahía de Park View, apareciera en la lista de las playas, o zonas de recreo acuático, con niveles de bacterias contaminantes más altos en Estados Unidos.

Foto: Blue Water Task Force

El problema se descubrió después de un accidente en el 2019, donde dos contratistas, AC. Schultes y Calea Corporación, perforaron una tubería de alcantarillado de 42 pulgadas cerca de Lincoln Road.

“Desde entonces tenemos el aviso de evitar el contacto con el agua”, dice Bhatt.

El Departamento de Protección Medioambiental de Florida demandó a la ciudad y a los contratistas el 2 de noviembre del 2020 por infringir la Ley de Aguas Limpias.

Tras las idas y venidas del caso, un juez de la Corte de Circuito de Miami-Dade cerró el caso el 14 de enero de 2022.

La jueza Beatriz Butchko impuso una multa $65,000 dólares a las compañías de extracción de pozos, por soltar 1.6 millones de galones de aguas sucias en Miami Beach.

En un acuerdo final, la ciudad se comprometió ante el tribunal a realizar un plan de acción ante una contaminación similar y entregarlo al Departamento de Protección Medioambiental de Florida.

SFMN reviso el Plan de Respuesta al Desbordamiento del Alcantarillado Sanitario, que la ciudad entrego hace un mes.

Incluye cómo informar internamente y al público, cómo evaluar la calidad del agua ante una ruptura de tuberías, desbordamiento del alcantarillado, y el proceso de estimación del volumen del derrame, contención y limpieza.

Pero el plan no cubre qué hacer ante la contaminación periódica de un canal como en la isla de Park View, cuando las investigaciones científicas refuerzan la teoría de que, además de pérdidas o fugas de aguas residuales sin identificar, existe una contaminación endémica.

“No sé si hay una resolución a corto plazo. Pero es un proceso y un procedimiento”, dijo Stripling.

“También es importante mirar la infraestructura allí e identificar de dónde podría estar filtrando. Echar un vistazo a eso, debajo de la masa de agua”.

Consecuencias del problema

“Me causó un absceso en la piel debido a un alga tóxica”, asegura Jiménez. “Después de dos y luego tres semanas, solo empeoró.”

Omar dice que esta infección ocurrió en la época que disfrutaba su tiempo libre en el agua, antes de saber que estaba contaminada.

“Tuve que estar en tratamiento de antibióticos experimental para eliminar esa bacteria”, dice Jiménez.

Sus doctores dijeron que su condición ocurría cuando una herida estaba en contacto con altos niveles de bacteria en el agua. La infección le dejó una cicatriz.

Stirpling confirmó los efectos de la bacteria.

Doctores de Memorial Regional en Pembroke Pines también confirmaron que los altos niveles de la bacteria pueden causar estas infecciones. 

Además, los “enterococcus provocan diarrea y malestar, y también gorgoteo”, dice el Dr. Ronoel Penalver, MD.

Asimismo, Valentina Palma, quien se mudó a la isla de Park View hace apenas un par de meses, dijo a SFMN que utilizó las aguas horas antes de su entrevista.

“No hay letreros, no hay señales que alerten sobre la contaminación”, dijo Palma.

“Y no tenía idea. Debe de haber una manera de decirle al público cuáles aguas están contaminadas. La gente no sabe”.

Bhatt, Jiménez y Lucientes se preocupan por las generaciones futuras, incluida una escuela cercana.

“En los días de marea alta, el agua en Crab Island llega tanto al estacionamiento como al patio de la escuela primaria Biscayne Bay”, dice Bhatt. “Lo que puede poner en peligro la salud de los niños”.

El Futuro de la Isla

“Los manatíes paseaban por todas partes en las aguas. Les dabas un poco de lechuga y te seguían. Ahora los ves como una vez cada seis meses. Y luego se dan la vuelta y se van. Es como si ellos supieran que está pasando”, dice Lucientes.

“Realmente no reconozco el agua del canal de cuando primero me mudé aquí”, dice Jiménez ya que el agua se nota oscuro.

“La oportunidad de vivir junto al canal fue una de las razones por las que compré un terreno aquí”.

Tanya Bhatt dice que ella notó un cambio significativo.

“Tengo todo tipo de imágenes de peces nadando en círculos y persiguiéndose. La manta rayas y manatíes con sus nuevas crías. Y podías ver hasta el fondo del agua. Y ya no, huele horrible”, dice Bhatt.

Bhatt nos dice que el personal de la ciudad de Miami Beach ha tenido la intención de mejorar este asunto. Un comisionado, que ya ha fallecido, fue quien prestó atención al problema y elevó su importancia.

Según un articulo publicado por el Miami Herald, la ciudad de Miami Beach está tratando de llegar a los expertos para tratar de encontrar soluciones a corto plazo para nuestro ecosistema ambiental.

A pesar de las preocupaciones sanitarias por la contaminación que ha provocado, los residentes están pagando precios elevados en el alquiler y no pueden hacer uso del agua.

“Que desafortunado no poder usar las aguas y tenerlas aquí mismo. Pero se nota que el agua está asquerosa”, nos cuenta Palma.

Stripling sugiere que la ciudad de Miami Beach le eche un vistazo a la infraestructura para encontrar el origen de las fugas. 

Su próxima estrategia es analizar el agua de diferentes zonas del canal y aclarar si las fugas de aguas residuales siguen siendo las responsables del alto nivel de contaminación.

La pregunta que muchos residentes tienen para la ciudad es cómo se puede eliminar la contaminación.

Los ecologistas de Surfrider dicen que la realización de explosiones de aire o agua puede ayudar a conseguir nueva agua fresca para el canal hasta que la ciudad de Miami Beach reaccione.

Bhatt sugiere que la ciudad de Miami Beach forme relaciones con expertos a nivel nacional o internacional.

“Quiero que nuestro personal se ponga en contacto con las personas que se ocupan de estos problemas en todo el mundo”, dice Bhatt.

“Tenemos que agilizar la investigación e identificar los recursos dentro de nuestro presupuesto y arreglar esto. Vienen nuevos desarrollos y miles de unidades”.

A medida que aumentan los desarrollos urbanísticos de la ciudad de Miami, los residentes esperan que se preparen y tomen los protocolos adecuados para el futuro de las vías fluviales de Park View.

“Las probabilidades de que tengamos otra rotura de alcantarilla o fuga son del 100%. No podemos seguir poniendo edificios en estas zonas”.

Piden que no sólo la ciudad, sino también el estado, su gente y los expertos, tomen cartas en el asunto. También sugieren que la ciudad añada cobertura a las alcantarillas o tapas adicionales para prevenir la entrada de basura, ya que hay unos quince a veinte agujeros en la isla.

A finales de junio, la directora de la ciudad de Miami Beach, Alina Hudak, autorizó una financiación de emergencia de $122.000 dólares para contratar a la profesora de la Universidad de Miami, Helena Solo-Gabriele, especializada en la investigación de la calidad del agua, para ampliar el muestreo del agua en el canal.

Solo-Gabriele comenzará a analizar el sedimento del fondo del canal para detectar las bacterias fecales. Pero los residentes creen que deben animar a las universidades públicas a compartir también sus resultados.

“Aquí vivimos en una hermosa cadena de islas de barrera. ¿Dónde vamos a estar dentro de 5, 10, 20 o incluso 25 años?”, dice Jiménez. “Este hermoso paraíso a lo mejor no estará aquí para siempre”.

Zitlali Solache is a student in Florida International University, pursuing her Masters degree in Spanish-Language Broadcast Journalism. Zitlali Solache is Mexican American and has a passion for storytelling and news. She has interned for WPBT PBS, WSVN Channel 7 and STEP Univision. After graduation, Zitlali aspires to become a reporter/anchor in her hometown Miami, FL.