A pocos días de su regreso a Casa Blanca el presidente Trump hizo una polémica declaración sobre América Latina al afirmar: “No los necesitamos. Ellos nos necesitan”. Sus comentarios reflejan una actitud transaccional que podría afectar las futuras relaciones entre Estados Unidos y los países latinoamericanos.
El reciente conflicto entre Estados Unidos y Colombia, en el que ambos países impusieron aranceles tras una disputa sobre deportaciones, ofrece un ejemplo de cómo esta postura podría seguir afectando acuerdos diplomáticos en la región. Aunque el problema se resolvió en 24 horas, la tensión dejó en evidencia la fragilidad de estas relaciones.
Ante estas preocupaciones, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, convocó a los líderes de la CELAC a una reunión en Tegucigalpa para abordar la cooperación en migración y derechos humanos. Sin embargo, la falta de consenso llevó a la cancelación del encuentro, demostrando la incertidumbre que rodea la relación entre EE.UU. y América Latina.
La presidenta Castro había dicho en días recientes que “frente a una actitud hostil de expulsión masiva de nuestros hermanos tendríamos que considerar un cambio en nuestras políticas de cooperación con Estados Unidos”.
Mientras tanto, el secretario de Estado, Marco Rubio, ha anunciado una gira diplomática por Panamá, Costa Rica, El Salvador, Guatemala y República Dominicana para reforzar la agenda de la administración de Trump.