Las plataformas digitales son océanos de aguas densas en información buena, mala, y maliciosa. En medio de su inmensidad, sobrevivir como una propuesta atractiva, fiable y eficiente resulta retador. El Testigo es un joven medio de comunicación digital dominicano que convive en este ecosistema. Su primera publicación fue el 4 de octubre de 2023 y ya suma un aproximado de catorce mil seiscientos seguidores en Instagram, la plataforma en la que publican con mayor periodicidad, aunque tienen también una página web y presencia en otras redes sociales como X (Twitter), TikTok y YouTube.
Tiene varias de las características de un medio tradicional, pero sus tres creadores y únicos contribuyentes se auxilian de una herramienta que les ha permitido realizar el trabajo en particulares condiciones: la inteligencia artificial.
Conversé con uno de ellos, quien pidió mantener su anonimato. Él fue quien presentó a sus socios la idea de incorporar la IA a este proyecto.
Su relación con ella es también particular. Surgió a razón de la poesía en el año 2020.
“Siempre he escrito poemas y quería publicarlos en un formato distinto al tradicional. En esa búsqueda, encontré un blog que se llama Media Synthesis, en el que se debatían varios temas, no solo relacionados a la inteligencia artificial, sino al arte generativo como tal. En ese momento, se empezaba a dar la posibilidad de crear imágenes a través de textos y había un modelo en concreto que se llamaba Big Gan, mucho más primitivo que los que hay en la actualidad, que funcionaba a través de redes neuronales. Eso me fascinó y me pareció algo interesante para explorar desde la poesía”, cuenta.
Así inició un proyecto que, en su interés de expresar ideas artísticas, lo condujo a aprender a programar.
Hace poco tiempo conoció a sus compañeros, quienes le presentaron la idea de comunicación que tenían en mente. Ellos provienen de una familia asociada al ambiente político dominicano y tienen muchas inquietudes en este ámbito. Profesionalmente están vinculados al mundo de las finanzas y el derecho.
A los tres los unió el interés porque en el país exista comunicación independiente, sin influencia de grupos comerciales. Esa libertad es la que buscan proteger con su anonimato en este artículo.
Cómo funciona
“Cuando me involucraron en El Testigo, les planteé la posibilidad de utilizar la IA para automatizar algunos de los procesos. Para mi tesis de la carrera de Psicología clínica, había trabajado en “Alicia”, un proyecto de una terapeuta conductivo conductual que funciona con interacción voz a voz. Entonces nos enfocamos en lo que necesitábamos: crear artículos y generar reels. Así diseñé un programa que en principio tenía tres perfiles de periodistas. Cada uno de ellos respondía a una descripción específica y por lo tanto un estilo diferente. El programa funciona de la siguiente forma: le damos un link o un PDF con información, o incluso un video, y este la sintetiza y la convierte en una nueva, adaptada a una plataforma específica. Luego pegamos esa información en otra sección que genera una voz artificial”, explica.
Desde El Testigo, el grupo realiza sus propias investigaciones y también se hace eco de informaciones públicas. Una de sus secciones se llama “Historia en contexto”. Allí, uno de los casos que compartieron fue sobre un diputado que en un anuncio publicitario magnifica la figura del ex-presidente dominicano Joaquín Balaguer, lo que a ellos les pareció una muestra de desconocimiento de la historia del país.
“Tomamos ese corte y realizamos una investigación en la que presentamos a los trescientos nuevos millonarios que surgieron en la época de Balaguer en procesos corruptos”.
También se han referido directamente al pasado cuestionable de políticos actuales y gracias a fuentes externas han publicado imágenes e informaciones inéditas que han tenido éxito y añadido valor al trabajo que realizan.
“Lo que nos ayudó a despegar se dio casi de casualidad. El director ejecutivo del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT), Hugo Beras, dijo en la prensa que un agente de tránsito te puede parar las veces que ellos quieran. Como respuesta, hicimos un video explicando que debe haber una justificación probable para que eso ocurra, si no se está violando el estado de derecho. Ese video gustó mucho a la gente y coincidencialmente una semana después estalló un escándalo de corrupción en el INTRANT e hicimos otro sobre eso. A ese también le fue muy bien y comenzamos a investigar a ese señor y publicar más contenido sobre él.”
Estratégicamente, han pagado publicidad en Instagram a algunos de los videos y este ha sido uno de los factores que han contribuido a su crecimiento en solo tres meses.
Dentro de sus seguidores identifican a miembros de la política joven del país y a militantes de nuevos partidos como Opción Democrática (OD). “Uno de sus candidatos nos escribió y nos dijo que si teníamos pensado armar un debate, él estaba dispuesto a participar. Otros políticos también nos han escrito”.
Su visión a largo plazo es convertirse en una plataforma en la que el público pueda acceder a mucha información de importancia e interés. Ahora mismo se encuentran organizando lo que se llamará Dominican Leaks, que contendrá todos los temas relacionados a República Dominicana que hay en los WikiLeaks, en los Papeles de Panamá y en los Papeles de Pandora.
Limitaciones de IA
Luego de utilizar la IA en diversos ámbitos, y en el específico de la comunicación, este joven psicólogo identifica varias limitaciones.
Una de ellas es la “alucinación”. “Es un fenómeno que ocurre y está confirmado. Estos sistemas están instruidos para darte una respuesta y cuando no la tienen, se la inventan. Hay métodos para reducir las alucinaciones pero incluso así pueden seguir ocurriendo”.
El Testigo publica contenido casi todos los días de la semana, y es solo uno de sus creadores quien procesa y produce la mayor cantidad de información. La IA ha sido una herramienta valiosa para conseguir esto con un grupo tan reducido de personas, así como para ordenar las ideas y filtrar la información. Sin embargo, al menos por el momento, no es sustitutiva del trabajo humano. “La IA no consigue una primicia. Aunque es muy eficiente ayudándote a procesar y organizar la información, no puede competir con la creatividad humana, ni ofrecer una buena e ingeniosa narrativa periodística. Nos hemos dado cuenta de que mientras más la utilizamos como un equipo y no como una muleta, mejor es el resultado.”