Miami Beach favorece a unos pocos negocios, al mantener una cuadra peatonal en Ocean Drive

El cierre de una cuadra de Ocean Drive al tráfico continúa creando tensiones entre residentes, profesionales, y turistas en Miami Beach. Lo festejan propietarios de los siete hoteles y de un restaurante que ven su frente convertido en zona peatonal. Mientras, los que tienen hoteles, restaurantes o residen en las calles aledañas denuncian el incremento de tráfico y la devaluación de sus alrededores.

SFMN ha investigado como una resolución urgente de la ciudad de Miami Beach, establecida como “temporal“ pero que lleva ya tres años, favorece a unos y perjudica a otros. 

“Esto es una pesadilla por la congestión vehicular e incremento de  inseguridad derivada de esta medida,” dice Mitch Novick dueño del hotel Sherbrooke All Suites, ubicado en Collins Avenue a cuatro cuadras de la zona peatonal.

Tras los primeros seis meses de  confinamiento durante la pandemia, la  ciudad consiguió un permiso temporal del condado para convertir a Ocean Drive en una zona peatonal y así reactivar el turismo. En octubre del 2022, la zona que va desde  la  calle 13 a la 14 Place continuaba cerrada, aunque la ciudad permitió el tránsito vehicular por el resto de Ocean Drive.

Además de cerrar la calle a los autos, la ciudad de Miami Beach agregó carriles para bicicletas de dos vías y contrató conciertos al aire libre y otras actividades  que cada fin de semana celebra en ese bloque peatonal.

Jonathan Plutzik, propietario del Betsy Hotel y miembro de la Asociación de Ocean Drive, defiende estos cambios y ha pedido públicamente a la comunidad que apoyen el proyecto y contacten a sus comisionados para que se haga permanente.  Los hoteles de la calle han llegado a acuerdos, compartiendo garajes y recursos, para facilitar la entrada y salida de sus pasajeros.

Sin embargo, el Departamento de Transporte y Trabajos Públicos (DPTW) de Miami Dade County no ha dado “luz verde” para convertir en permanente la zona peatonal.  Alega que provoca congestión vehicular, restricciones debido a la estrechez del callejón trasero que recibe demasiado tráfico, y también problemas de seguridad de las calles aledañas.

La ciudad esperó hasta la fecha límite, el 3 de marzo de 2023, para responder a esta negativa con una contrapropuesta.  En ella propone permitir a los vehículos acceder a Ocean Drive por 14 Place de 6 am a 11 am, de lunes a sábado. Dice haber consultado la situación, y contar con un equipo que le permitirá monitorear la situación del tráfico y seguridad, y reaccionar ante cualquier problema. Pero cuando describe la reacción de los residentes, solo menciona  a los que viven en la cuadra peatonal.

Mientras, varios huéspedes de los hoteles cercanos a la cuadra peatonal, como el hotel Netherland y Cavalier tienen ahora que bajarse en alguna de las calles perpendiculares y cargar su equipaje hasta la entrada de sus hoteles:

“El uber nos dejó a dos cuadras… mi mamá, una mujer de 70 años, no puede caminar tanto. Definitivamente es muy incómodo (…), ¡qué locura!,” dice Claudia Portilla, una turista argentina que viajó  acompañada de sus dos hijos  y su madre.

Novick asegura que la prohibición de transitar en coche por esa zona, deteriora la calidad de vida de sus huéspedes y de los residentes de los alrededores. Además, añade, la decisión de la ciudad, un organismo público, debería proteger a todos por igual, pero ahora “beneficia solo a aquellos hoteles y negocios que están dentro del perímetro peatonal.” 

Finalmente, considera que los conciertos y eventos organizados por la ciudad representan un uso indebido de fondos públicos: “Están pagando este proyecto con plata de los contribuyentes. No es justo,” dijo Novick.

Por esta razón, la antropóloga sociocultural y residente en Miami Beach, Ariana Reguant, explica que la ciudad necesita ser más equilibrada:

“El problema consiste en que construir una fortaleza puede servir para proteger a aquellos que viven dentro, pero en una ciudad densa como Miami el éxito no se mide con base en un espacio tan pequeño. Además, si una [zona de la] ciudad recibe recursos desproporcionados, no solo genera una gran inequidad, sino también inconformismo, lo que exacerba el problema”, argumenta Reguant. 

Mientras la Ciudad de Miami Beach espera la respuesta del condado a su propuesta, la calle continuará cerrada al tráfico vehícular. Eso sí, es un cierre “temporal”, para el que sí tiene permiso, aunque llevé  ya más de tres años.