En menos de una semana, el próximo 31 de marzo, los concejales del comité de Miami Beach Land and Sustainability Committee (LUSC) se volverán a reunir para negociar una ordenanza (hyperlink al documento) del alcalde, Dan Gelber, que permitiría a un matrimonio, conectado políticamente con la ciudad, duplicar el valor de su propiedad.
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La ordenanza propone excepciones a la demarcación de las zonas urbanas (o zoning overlays) para desvincular una residencia del distrito histórico de “Altos del Mar” primero, y luego convertirla en una propiedad de uso comercial. En dicha reunión, está previsto presentar dos tasaciones de la propiedad: una por parte del comité y otra por parte de los propietarios.
La ordenanza, propuesta por el alcalde y apoyada en la reunión de comisionados del 26 de octubre del 2022, llegó al LUSC al siguiente mes. En ese entonces, los concejales Ricky Arriola, David Richardson, Laura Dominguez y el director del Departamento de Planificación Thomas Mooney, mencionaron que la ciudad podría llegar a comprar la propiedad.
“Mi esposo (Rudy Perez) y yo queremos hacer lo mejor por la comunidad. Hemos visto como la playa ha evolucionado, la gente ha evolucionado, y queremos que el sector también evolucione”, dijo Betsy Perez ante el comité ese día. “Creo que un Boutique Hotel traería mucho a esta comunidad”.
La vivienda 7605 Collins Ave., protagonista de esta historia, pertenece al matrimonio Betsy Perez y a su marido, Rudy Perez, desde el 2001. Ese año la compraron por 510.000 dólares. Hoy en día, entre la propiedad y el mar, queda solo un paseo de tres a cinco minutos, por la zona ajardinada del recientemente diseñado parque “Altos del Mar”, que colinda con la biblioteca y el área de juego dónde los niños del barrio disfrutan de la brisa marina con nuevas instalaciones, acceso a la playa, duchas y baños.
Los miembros del comité aseguraron que por la ubicación de la propiedad, rodeada al norte por el nuevo parque, en vez de casas unifamiliares, esta ya no pertenece a Altos Del Mar. Por tanto, no necesitaría regirse por las restricciones de este distrito histórico.
Un argumento que contrasta con el de expertos urbanísticos, el registro público de la propiedad, los documentos históricos firmados por ciudad, y los compromisos adquiridos por la misma ciudad de Miami Beach con el Estado de la Florida, cuando consiguió que le cediera varias parcelas de Altos del Mar por el valor nominal de 100 dólares.
Luis Guillermo Córdoba, corredor de bienes raíces y dueño de una compañía de construcción, dijo que según ciertos códigos y regulaciones de la ciudad de Miami Beach, aprobar un cambio de uso de parcela en un sector histórico de la ciudad es muy complejo, y requiere notificar y consultar a los residentes.
“Al decir que la parcela no es parte de Altos Del Mar, ya no tienen que restringirse por lo que diga la asociación, o consultar a los residentes. La decisión va a ser netamente de la ciudad”.
Property Appraisal, organismo público que registra los títulos y los valores impositivos de las propiedades en el condado de Miami Beach, enmarca la residencia del matrimonio Perez en la zona histórica Altos Del Mar. La ciudad, por su parte, incluía la parcela en este vecindario histórico de Altos del Mar desde 1987. En esta fecha, al igual que el Estado de la Florida había hecho anteriormente, la ciudad diseñó un estudio urbanístico en el que prometía preservar el carácter residencial e histórico de la única zona con viviendas unifamiliares a orillas del mar.
Amparada en esta decisión, en el 2003, Miami Beach solicitó al Estado el título de propiedad de los 11 lotes contiguos, y lo consiguió. Pudo “comprar” o, mejor dicho, aceptar la cesión de unos cuatro acres, entre las calles 76 a 77, desde Collins Avenue hasta la playa, por $10 dólares. Ahora, una estipulación en la escritura advierte que la propiedad debería usarse como parque o devolverse al Estado.
Los Perez y sus alcaldes
Por su parte, el matrimonio Pérez consiguió en octubre del 2021 ampliar su jardín con un “regalo” de 750 pies cuadrados. Gelber, como máximo representante de Miami Beach, firmó la escritura de renuncia, o quit-claim deed, confirmando la cesión de 750 pies cuadrados correspondientes a los 30 pies de lo que hasta el momento había sido el callejón Airoso (Atlantic) Way, por el simbólico costo de 10 dólares. Culminó así un proceso, que había arrancado en el 2016 bajo el auspicio del anterior alcalde, Philip Levine, y la vieja guardia de comisionados. (Documento de renuncia a la escritura)
Un año antes, Levine, había seleccionado a Betsy Perez como su candidata protegida para un puesto en la comisión. Perez se enfrentó a Kristen Rosen Gonzalez con el apoyo del alcalde, los principales comisionados, y el triple presupuesto. Una contienda electoral en la que a pesar de las ventajas, resultó perdedora.
Aún así, Perez no abandonó su interés por formar parte del círculo de influencia de la ciudad de Miami Beach. En la actualidad, según la página de la ciudad, es la vicepresidenta del North Beach Community Redevelopment Agency (CRA).
Una de las residentes de Altos Del Mar consultada, que pidió anonimato porque son muy pocos los vecinos, mostró su desacuerdo ante la iniciativa de convertir la residencia Pérez en un hotel. Además, dijo, que en ningún momento se había consultado a otros propietarios:
“Al final del día, lo que Betsy haga con su casa es su problema, siempre y cuando se haga de manera honesta. Si ella quiere vender su casa, debe venderla como lo que es, una propiedad unifamiliar” indicó esta persona. “No estamos en contra de que la comunidad evolucione pero el parque de Altos Del Mar es justamente eso, un parque, y además es un sector histórico… y debe seguir siéndolo”.
