To read this story in English, click here.
Mañana, durante la última reunión antes de que las elecciones de la ciudad de Miami Beach alteren el balance de poder en la ciudad, se debatirá la segunda lectura de una ordenanza con excepciones a la demarcación de las zonas urbanas (o zoning overlays). Esta ordenanza tiene como objetivo convertir una sola residencia del distrito histórico de “Altos del Mar” en una propiedad de usos comerciales alternativos.
“Si esto es votado, esta propiedad valdrá entonces 10 veces lo que vale actualmente, y estamos introduciendo un uso comercial en medio de un parque público con vistas al mar”, advirtió la comisionada Kristen Rosen Gonzalez durante la primera lectura.
Los comisionados Kristen Rosen Gonzalez y Laura Dominguez fueron los únicos que se opusieron a la medida, a pesar de que no fue recomendada por la junta de planificación.
La residencia de 7605 avenida Collins pertenece al matrimonio Pérez, muy conectado con la ciudad, como ya se explicó en el artículo previo en Caplin News.
En la reunión del 27 de septiembre, Betsy Pérez volvió a defender el cambio de designación dada la proximidad de la propiedad a áreas no residenciales.
“Siento que la comunidad se beneficiaría con estos servicios alternativos”, dijo Pérez quien asegura que la propiedad “es una isla en sí misma”.
Los vecinos opuestos a la expansión de usos argumentan que la vivienda está ubicada entre el parque y la biblioteca pública, al igual que está rodeada de zona residencial incluyendo el condominio Ocean Blue.
Maria Luisa Rouco, residente de Ocean Blue expresó su preocupación sobre el cambio y el impacto que tendría en la comunidad, diciendo, “la falta de un uso específico abre la puerta a futuros desarrollos que no sabemos cómo nos afectarán a nosotros y al parque”.
Otro vecino, Bob Nanes, también dijo, “No es necesario. Ya tenemos espacios vacíos de uso comercial en el área, conté ocho en total”.
Charlotte Light, residente de la zona, le comentó a Caplin News que una zonificación comercial de uso múltiple afectaría negativamente al vecindario, ya que “aumentará los problemas de tráfico, ruido, plagas y basura”.
Mientras que la comisionada Gonzalez denunció al gobierno de la ciudad por “preferir escuchar a esas personas que tienen conexiones políticas”, como la familia Pérez, y “todos los demás caigan en oídos sordos”.
Corrección: una versión previa de este artículo incorrectamente nombró a los comisionados opuestos a la ordenanza.
